viernes, 4 de abril de 2008



En 1610, Kepler enviaba una carta a Galileo: "...mientras tanto deberemos preparar para los valientes viajeros espaciales, mapas de los cuerpos celestes. Yo lo haré para la Luna y vos, Galileo, para Júpiter".

En 1997, despues de un viaje de 4.000 millones de Kms. y seis años de duracion, la nave "Galileo", en caida libre y a una velocidadad de 170.000 Km. por hora se "suicida" sobre la superficie del planeta Júpiter. Pero en esos 75 minutos mortales, sus 331 Kg. de instrumental levantaron mapas exhaustivos del planeta con una resolución inferior a 1 Km., asi como de sus cuatro satélites mayores: desde los volcanes de Io hasta los hielos de Ganímedes. Desde los desiertos de Europa hasta las montañas de Calixto.
Mapas de los cuerpos celestes para los valientes viajeros espaciales. "Yo lo haré para la Luna y vos, Galileo, para Júpiter"

En 1936, el Doctor Negrin, Presidente de la última, a la sazón, República Española, prometía la nacionalidad española a todos los combatientes de las utópicas Brigadas Internacionales que en nombre de unos ideales dejaron su sangre en las extranjeras tierras de España: desde las torturadas ruinas de Madrid, a los heridos paisajes de Brunete o Belchite; desde las rojas aguas de los rios Ebro o Jarama hasta los terribles hielos de Teruel.
Un mes después de esta promesa, La República dejaba de existir derrotada militarmente por las tropas sediciosas del autoproclamado “generalísimo” Francisco Franco.

En 1995, cuando sólo un puñado de sobrevivientes de estas Brigadas quedaban repartidos por el mundo, el Parlamento del último, a la sazón, Reino de España, aprobaba por unanimidad la concesión de esta nacionalidad. A partir de entonces pudieron lucirla orgullosos estos valientes viajeros espaciales en los hospitales, asilos, cementerios o cuerpos celestes donde se encontraban.

Dicen que el tiempo es sabio, pero la mayoría de las veces es estúpido y se olvida de si mismo en un Alzheimer infernal que arrasa años y siglos.



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